viernes, 27 de mayo de 2011

El portero del Betis.




Hace unos días estuve en tu Primera Comunión. Contigo y tú familia nos lo pasamos muy bien, sobre todo yo. Y me lo pase bien porque tuve la suerte de disfrutar de una fiesta del futuro portero de la selección española de futbol. Así, tal como suena. ¿Y por qué pienso esto? Nada más hay que verte en las fotos que me facilitó tu padre. Tienes pinta de portero, pero de portero de los buenos. Eres serio, muy serio,  seguro bajo los palos, sabes mandar a tus compañeros y  tienes visión de juego. Me he dado cuenta yo, que soy muy torpe para esto, y se dieron cuenta los ojeadores del glorioso Real Betis Balompié, el equipo donde tienes el honor de jugar. Eres una muestra de los miles de chavalines de tu edad que disfrutan con este deporte. Que disfrutan y se sacrifican por disfrutar.

Tu padre te lleva y te trae a los entrenamientos, a los partidos, a tu colegio, a donde haga falta. Todo el día pendiente de ti y por supuesto de tu hermano mayor. Y se le cae la baba cuando habla de su hijo. ¿Cuántos kilometro se habrá hecho? ¿Cuántas horas de trabajo ha perdido por ayudarte en tu sueño, que poco a poco se está haciendo  realidad? Las crónicas que hace de tus partidos son geniales. Hay que ver cómo nos ganó el Ajax, a base de patadas y de faltas. ¿Qué dices tío, el Ajax de Holanda? Sí, es que estuvimos en Portugal jugando el Mundialito de futbol Benjamín. Así cada vez que nos vemos. Y de tu madre que podemos decir. La soledad de la madre del portero, junto al banderín del córner, para no influirte. Es que cuando falla un delantero no pasa nada, pero cuando falla el portero….. que mal se pasa.


Bueno Joaquín (nombre mítico en las filas de mi equipo y de la selección), Sigue así. Sigue entrenando y aprendiendo. No descuides los estudios, aunque me consta que de eso ya se encarga tu madre que para eso es del gremio docente. Sigue dándonos alegrías, sobre todo a los sufridos pero fieles seguidores del Betis. Sigue dando ejemplo de pundonor, de lucha, de dedicación. Sigue dando ejemplo de que siempre estamos aquí, los aficionados y los futbolistas. Los Futbolistas de tu edad son el reflejo donde se miran los “profesionales” del primer equipo. Ahí está la prueba, este año hemos sido un equipo de hombres y no de nombres. Habéis estado abandonados muchos años atrás, pero la nueva era ha comenzado, aprovéchala.

Tu sueño es jugar en un equipo inglés, el Glasgow Rangers o el Everton (*). A mi me resultó extraño porque en Sevilla los niños tiene la suerte de ser del Real Betis Balompié o del Sevilla FC. No Naranjito es que ha jugado contra  estos equipos y ha conocido su organización y su profesionalidad, a años luz de lo que conocemos en España. Para eso inventaron el futbol. Dentro de unos días te veré en la tele en un campeonato de selecciones provinciales, ¿ves Joaquin como ya empiezan a fijarse en ti? Seguro que disfrutaré con el juego, que en vuestras edades es lo mas gratificante que existe lejos de los grandes intereses de los profesionales. Te veré y me solidizaré con los cientos de padres que se sacrifican por haceros felices.

Y para acabar que me enrollo como una persiana, solo te pido una cosa: Cuando, gracias a tu trabajo y esfuerzo, levantes la copa como campeón del mundo acuérdate del marido de la prima de tu padre. De un servidor. Por cierto, me conformo con poco, solo con disfrutar de la gente sencilla, trabajadora, luchadora y honrada.

Un abrazo y un estrechón de manos Don Joaquín Lora.


(*)Situación que le alegrará mucho a tu familia por parte de tu madre, que me consta que son seguidores del “otro” equipo de nuestra ciudad, que aunque te quieren mucho, eso de que seas el portero del Betis benjamín no lo acaban de asimilar.

viernes, 20 de mayo de 2011

Las palomas

La historia empezó con dos o tres ramitas. En el pequeño voladizo que unía su terraza con la de la vecina, una collera de palomas comenzaron a construir su nido. Para su mujer y su hija era toda una aventura. Disfrutar en vivo del milagro de la vida, ver como la naturaleza reventaba en primavera desde los arrullos   amatorios iniciales, pasando por la incubación de los huevos, para terminar en la eclosión de  los mismos  de donde salieron dos polluelos. Vieron como los padres se turnaban para alimentarlos y más tarde enseñarles a valerse por sí solos y echar a volar en busca de otro voladizo o terraza donde comenzar con su nido propio. Incluso les alimentaban a escondida con abejarrones (o como se diga) que compraban en la semillería del barrio. Pero aquí comenzó el problema.

Esta pareja, una vez liberada de la carga familiar, comenzó con la crianza de otros nuevos retoños. Y a la pareja pionera se les unió otra pareja más, y otra, y otra. Así hasta cuatro niditos poblaron el voladizo estratégicamente protegido. Pero el problema pasó de castaño a marrón oscuro. Y tela de marrón, marrón tirando a caca, caca de paloma. ¿Saben ustedes, mis sufridos y abandonados seguidores, como hacen estos bichos sus hogares?. Es bien fácil: dos o tres ramitas, a lo sumo, y el resto con excrementos que depositan los progenitores y sus descendientes. Al cabo de las semanas el volumen y el peso de la mierda, con perdón, es tal que parece un estercolero preparado para el compost con el que hacer abono para las plantas. Pero claro, ahí no queda la cosa. Estos animalitos asilvestrados tienen otro problema añadido. El noventa por ciento están enfermos, tienen parásitos y unas cuantas  enfermedades. Las ratas del aire les llaman.

Comenzó la cruzada contra los pichones. La primera fase se completó con éxito. Se trataba de convencer a la parte femenina del hogar (su mujer y su hija) de lo pernicioso de los okupas aéreos. Pero la segunda, y más importante, fue lo complicado. Bolsas de plásticos, nada; molinillos de papel, nada; cedés viejos que ya no se escuchaban ni en el coche, nada. Así un montón de remedios, más o menos caseros, que iba recabando por todos lados. Pero no había manera. Otros de los problemas era la altura. A pesar de vivir hacía años a ocho plantas del suelo seguía teniendo miedo a la altitud, que no vértigo, eso no.

Pero allí estaba su hijo, su coleguilla y, al mismo tiempo su asesor en muchos temas. Papá, no te preocupes, le preguntaré a mis compañeros de la vecina facultad de biología algún remedio. Vale hijo, si no dá resultado aplicaremos el plan B. ¿El plan B?. Si, tráete de la facultad uno de los cacharros electrónicos esos con que tú practicas y le damos un buen lingotazo de voltios, watios, amperios o lo que sea.

A los pocos días había un par de macetas con plantas verdes y preciosas, colgando de la barandilla de la terraza. Mira papá, igual que la albahaca ahuyenta a los mosquitos, me ha dicho una amiga que esto acabará con el problema que tienes con las palomas. Mano de santo, oiga. A los pocos días empezaron a desaparecer. Según iban picoteando de las plantas y sus pequeñitas flores, no volvían. Algunas incluso se les veían caer en picado como avión derribado por el Barón Rojo. La pobres viejecitas que se sentaba en los pocos bancos de la calle para alimentarlas, se quejaban de las pocas que estaban quedando, me refiero a las palomas no a las viejecitas. Lo de limpiar las deposiciones ya se encargarían cuando pintaran el bloque, que ya tocaba.

Un domingo, su compadre y la esposa de este (amiga de su mujer, por lo que no haré ningún comentario al respecto) pasaron una deliciosa velada y a la hora del cigarrito salieron a la terraza. ¡Ostia compadre que sabes que soy subinspector de la brigada de estupefacientes!.   ¿Y a qué viene eso ahora?.   ¿Qué a que viene? ¿Tú sabes que plantas son estas que tan bien cuidadas tienes? ¿O es que estas recordando tu época hippie? Po no te das cuentas que esto son plantas de cannabis sativa?   ¡no me jo…! ¿De maría?, pues las ha traído tu ahijado.   Con mi ahijado hablaré luego, so pedazo de ma…..

Quitaron las plantas pero al poco tiempo volvieron a salir unos pequeños brotes. Él decidió dejarlas que crecieran, en prevención del posible regreso de las ratas voladoras pero su santa y sufridora esposa se encargaba de quitar los nuevos brotes. ¿Sabéis por qué? 

¡Porque los gatos se purgan el estómago mordisqueando plantitas verdes!