sábado, 30 de diciembre de 2017

Como mandan los canónes



Bueno, enga, que sigo, que se acaba el año y para el próximo me he propuesto contar como mínimo cien batallitas de las mías. Lo primero la afoto:

 La foto me ha salido regulá. El chino estaba mosqueado
La he hecho con mi móvil, como no podía ser de otra forma. Creo que el pobre está con principio de alzeimer, cada dos por tres me sale un mensaje diciendo que no tiene memoria. Pero digo yo que a falta de réflex buenos son los celulares.

La tomé en una tienda de mi barrio, en un chino para especificarlo un poquito mejor. Esta justo en la entrada al establecimiento. Como veréis es un amplio catálogo de prendas íntimas con las que despedir 2017 y recibir  el nuevo año. Tenéis donde elegir. Varios modelos y casi todas las tallas para estar cómodos, elegantes y a la última. Y además son reutilizables, nada más que tenéis que fijaros en los tendederos los próximos días y veréis la cantidad de vecinos que recibieron el 2018 con ropa interior carmesí.

Y ahora la reflexión que me hago para mí mismo y mi interior.

Si la tradición de tomar doce uvas proviene de la iniciativa de productores vinícolas para dar salida a un excedente del fruto de la vid, esta costumbre ¿a quién se le ocurrió?

Pues resulta que después de una ardua y laboriosa investigación he descubierto el origen de esta tradición tan arraigada.

Hace unos cuantos años, Lai Yun Hao, insigne  comerciante de artículos de la vieja Catai, se equivocó al hacer un pedido y le enviaron un  container lleno de las prendas en cuestión. Y ahola ¿Qué  hacel yo con to esto? Se preguntó poniendo los ojos así como enclaustrados. ¡Ya ! ¡Euleca! ¡Tenel idea!

La primera clienta que entró en la tienda fue Encarnita. Cuando buscaba espumillón dorado con el que terminar de adornar el árbol navideño, se topó de bruces, en un “amplio” pasillo de la tienda, con un expositor parecido al de la foto.

 -Oye Juan (todos los chinos de las tiendas se llaman Juan y si no os lo creéis, se lo preguntáis) ¿y estas bragas tan horteras?
-No oltela, son bonita –contestó rápido Juan Lai Yun Hao- son blaga suelte. Tu ponel fin de año y velas mucho dinelo, mucha salú y mucho amol. Año que viene sel año chino del conejo, mu felí, mu felí.

Encarnita compró un surtido de las prendas y rauda y veloz se lo contó a todas sus amigas, que fueron a adquirir los calzones, tanguitas  y demás, no sea que…

Pero hay no acaba la cosa, Juanlu, el hijo de Encarnita, se lo comentó a sus colegas. –Quillo, quillo, mi vieja ma comprao unos gayumbos coloraos de la suerte. ¡Con esto triunfo la noche de las uvas!

 ¿Qué hicieron sus colegas? Pues eso que estáis pensando, comprarlos. ¿Y lo que vacilarían con las pibitas en el cotillón de la discoteca del polingano? Lo que no sabían es que las pibitas ya tenían preparados los tangas y los guonderbrases granates. Es lo que tiene que una nueva tradición se expanda exponencialmente de boca en boca y ayudado por las ganas de un nuevo año lleno de dicha.

Yo no los tengo, me refiero a los gayumbos rojos, pero resulta que mi señora esposa y mi hija se han ido al centro ambas dos, solas, con mi bonobus, para, según ellas, hacer compras de última hora. Espero que si se les ocurre alguna de las suyas, se pasen por el Women Secret o por el Intimissimi, es que lo último que quiero es empezar el año con salpullido.

Pues nada, que 2018 llegue cargado de buenos momentos, mucha salud, mucha felicidad y lleno de deseos conseguidos.



D.E.E. Lai Yun Hao, Juan para los amigos, vendió los 28.230 kilos de ropa interior roja. Cerró la tienda. Vive en la playa del Palmar en Conil de la Frontera. Se dedica a ver la puesta de Sol más bonita que hay en las costas gaditanas, tomando gintonics que parecen ensaladas mediterráneas. Y sí, aquella noche, él se puso unos calzoncillos lojos.



jueves, 28 de diciembre de 2017

Gudbai american way of life


Amo avé como lo digo yo, que no, que La Bodeguita sigue aquí. Que no la é traspasao, lo que pasa que he estado mu liao y en el extranjero.  Tal como suena y ahora lo cuento. Resulta que mi empresa, esa donde tienen la suerte de tenerme como fiel, eficiente y leal currante, dentro de su programa de internacionalización de procesos y otras cosas por el estilo, decidió que para las nuevas líneas de producción, tenían que hacer un intercambio con otros países del mismo entorno que el nuestro.

, que he estado en los Estados Unidos de la América del Norte. ¿Qué no? Po si, ahora me explico. Mi empresa va a implantar nuevos sistemas, nuevas máquinas y otros cachivaches mu raros. ¿Qué hacen mis jefes? Po escoger a lo más granado de los recursos y enviarles a formarse en las nuevas maquinarias que se están implementando (creo que se dice así) en nuestras instalaciones. Y ahora resulta que a un servidor, al chaqueta, al trastornao, al maromo, al bigote, al velasco y al pescaitoenblanco que no le hace daño a nadie, nos metieron en un avión y nos mandaron a una ciudad mu grande al oeste de Boston. Tal como suena, aunque eso de  “al oeste de Boston”, en los USA, significa una jartá de millas.

Allí hemos estado aprendiendo a montar y desmontar, a utilizar y desutilizar, a cambiar y descambiar, a operar y desoperar, cosas de (atentos a mi ingles B1, pero sin el 1) Automated Feeding, Packaging, Robot Unloading, Case Packing y Palletizing. Tela, ¿a qué si? Po después nosotros tenemos la responsabilidad de enseñarles a los compañeros que se han quedado aquí, todo lo aprendido. ¡Ofú la que nos quea! Pero , que no me enrollo con cuestiones técnicas, al grano, a la vida cotidiana que es lo importante. Lo primero el polingono industrial. Tela de grande, hay cementeras, plantas de reciclaje de residuos urbanos, empresas de distribución de productos de importación (como una tienda de chinos pero a lo grande), estudios de televisión y un largo etcétera a lo americano.

A las afueras de Mountain Pine, que así se llama la ciudad, a nosecuantas millas, él concepto de kilómetros casi que se me ha perdido, se encuentra la fábrica. Nos recogían en el hotel una furgoneta, por llamarla de alguna manera, y nos dejaban en los tornos de entrada. ¿Él horario? De nain tu fai, pero donde se ponga los turnos de noche, ¡qué larga!, los de tarde, ¡qué interminable!, los de mañana, ¡qué madrugones!; que se quite eso de 9 a 5. ¿He dicho hotel? Pues esta ha sido nuestra casa estas últimas semanas:




No es el Alfonso XIII sevillano, pero no está tampoco tan mal. Aunque eso sí, mu aburrio. Y como estaba a las afuera de las afueras, de actividades extralaborales nanai. Pero vale, que estábamos trabajando, que hay que aprovechar el tiempo, que para eso nos pagan. La comida no estaba tan mal. Muy yanqui, pero bueno, se podía comer. Eso sí, nada más que podíamos, nos escapábamos a probar otras exquisiteces de la gastronomía de esta zona estadounidense (¡qué ganas tenía de meter esta palabra, estadounidense!). Otra afotillo:



¿He mencionado algo sobre el ocio? Vale, ahora toca. Los americanos dedican el finde  a pirarse  a los centros comerciales y pasar todo el sábado y domingo comprando y consumiendo a lo bestias. Mira, otra foto:


Lo que se ve detrás del restaurante es como un carrefú de los nuestros pero a lo bestia. Si quieres comprar un bote de mayonesa ni se te ocurra, de a kilo los venden.  ¿Un televisor? ¿Estás loco? ¡Son como pantallas de cine! ¿Una réflex? Vamos a dejar el tema de la réflex.

Bueno que estoy en casa y dispuesto a dar la tabarra de nuevo. Por cierto, ya que he mencionado el tema de la réflex, las fotos la he hecho con mi celular (el intérprete que teníamos era de Puerto Rico). La iluminación no es muy buena pero es que el tiempo en esta zona del medio-este americano es una verdadera porquería.

Como no he podido desearos unas felices fiestas, una buena Noche Buena, valga la redundancia, y como soy un poquito agnóstico aprovecho para desearos un feliz 28 de Diciembre.


Enga, dentro de poco, cuando me españolice de nuevo, os sigo contando historias.



martes, 20 de junio de 2017

El Druida


Po que hace unas semanas acompañé a mi hijo a reparar una plancha de la ropa que se le ha escacharrao a la novia. Parece que el principio del texto es un poco raro pero resulta que en un barrio sevillano, hay la mejor tienda para arreglar estos artilugios que desprenden mucho calor y te dejan la espalda molida. Esto último me lo ha contado mi señora, es que yo soy un negado para el uso de estos cachivaches y mientras pueda seguiré siéndolo, es que me dan yuyu.  

Bueno, pues que mientras mi churumbel el mayor debatía con el encargado de la tienda sobre válvula antirretorno, balastro electrónico, calderín de presión, juntas tóricas y otras lindezas por el estilo, yo me salí a la calle a estirar las piernas. Un pequeño inciso: con la Ley antitabaco no puedo decir que iba a fumarme un cigarrito. Que si, que lo estoy dejando, poco a poco, pero lo estoy dejando; tengo la réflex punto de mira y voy a conseguir las dos cosas, dejar el tabaco y la cámara de fotos. Ya me estoy enrollando, será la caló.

Ya se me iba a olvidar lo más importante, el barrio. Se trata del Cerro del Águila, el Cerro, como lo conocemos los sevillanos. Es un barrio que tiene un carácter y una personalidad propia. La mayoría de las viviendas son autoconstruida lo que le da esa manera de ser tan peculiar. ¿Y de arte? De arte tela, hasta para ponerle nombre a los negocios. Como he dicho, mientras estaba estirando las piernas me encontré con esto:

Foto con el móvil, de momento. Recomendado ampliar


Yo no soy mucho de medicina alternativa, ni de homeopatía que no me ha hecho nada, ni de hierbas que … vamos a dejar lo de las  yerbas, pero una cosa tengo clara, a saber:

La próxima vez que me dé uno de mis queridísimos cólicos nefríticos y necesite ese brebaje a base de herbensurina que me recomendó un supuesto amigo y supuesto experto en la materia, ya se donde tengo que dirigir mis pasos. No es por , es simplemente por conocer a un discípulo del gran Panoramix. De camino le pediré un chupito de la poción mágica que le daba fuerza a los galos, si cuela, claro.

Aunque por otro lado, como mi queridísimo y eficiente médico de cabecera me recomendó, mi mujer está de testigo, que para echar las piedras renales por los conductos reglamentarios lo mejor que hay es una bebida rubia, fría, con un dedo de espuma y en vaso fino, le haré caso. Seguro que al lado de la tienda de El Druida hay otro tipo de locales donde disfrutar de la medicina tradicional y autentica.

Lo único que me mosquea es que justo al lado lo que hay es una sucursal de una empresa aseguradora especialista en decesos. No sé, será por si acaso.




viernes, 16 de junio de 2017

La parada del 3, otra vez



Hoy toca otra vez contar cosas de mi barrio. Ya lo sé, tengo que salir más, y prometo hacerlo. Pues resulta, como ya lo he contado muchas veces, que aparte del 12 y del 13, tenemos otra línea más de autobuses urbanos: el 3. Esta línea, se ponga el alcalde como se ponga, es la sustituta “momentáneamente” de la futura (con un poco de suerte mis nietos la verán) línea 3 del metro. Está previsto que atraviese Sevilla de norte a sur. Pero como no se ponen de acuerdo las autoridades competentes y no hay “leuros”, po nos aguantamos y nos apañamos con el autobús urbano.

Los autobuses de esta línea están muy bien. Son de los largos, los gusanos los llaman los antiguos. Más o menos como dos autobuses urbanos pegados. Modernos, con aire fresquito en verano y calorcito en invierno. Bueno, ¿de qué te quejas? se pensaran las mentes impacientes. De varias cosas.

La primera: a pesar que la frecuencia de paso es relativamente corta, unos diez minutos entre bus y bus, ¡hay que ver lo que tarda en atravesar la vieja Serba La Bari! Yo mismo he tardado una hora y veinte minutos en llegar desde mi casa hasta el glorioso estadio que hay al final de la Palmera. Para los que no lo sepan, este templo de ilusión y esperanza se llama Benito Villamarín y en él juega y deleita el Real Betis Balompié. Ya lo sé, me estoy yendo por los cerros de Úbeda, enga, al grano, la segunda queja: la parada del 3.

Hace meses pusieron las señales verticales de “prohibición o restricción” de que eso de aparcar aquí nanai, que aquí tiene que parar el 3, que como aparques aquí, multa al canto. Los vecinos de este vuestro barrio, como personas humanas y responsables que somos, hacíamos caso omiso a las señales. ¿Qué queréis? La cosa de aparcamiento esta mu mala, tota, si la policía municipal por aquí se asoma poco. Pero llegó el día.

Hace unas semanas empezamos a ver un coche de nuestra querida policía municipal (esto lo digo sin segunda, que no sabéis la buena labor que hacen). En el techo de dicho coche portaban un cacharro con una réflex (ejem, ejem, ofú, ofú)  que le echaba fotos a todos los vehículos de tracción a motor que estaban mal estacionados. O sea, que se jartó  de poner multas. Y en la parada del 3 se puso las botas. Pero días más tardes, a eso de las nueve de la mañana, llegó el patrullero de turno acompañado de la grúa municipal  y se encargó de multar físicamente y de llevarse al depósito, los coches que no cumplían lo establecido por las normas munícipes. Hasta aquí todo bien. Si no cumples con las normas sabes a lo que te expones. Además, hay que facilitar el acceso del autobús a la parada y, lo que es más importante, el acceso al autobús de los usuarios y usuarias.

Hasta ahora bien ¿no? ¿Os habéis cansado de leer? Un poco de paciencia que ahora toca las últimas quejas, a saber:

En esta primera foto aparece la señal que te dice que desde aquí payá, no se puede aparcar, que te multo. Que si, que la señal está, detrás del Focus y debajo del ficus. Busca, busca.


En esta segunda, la otra señal de tráfico, la que te dice eso que desde aquí pacá tampoco. Que si, que también está, al laíto  de la chavala que pasa por la acera y ¡debajo de otro arbolito! Busca, busca.


Y ahora una panorámica:


Ya hemos aprendido a no aparcar, él de la furgoneta estaba esperando para entrar en el cajero automático y el coche negro,  bueno, creo que este no se ha enterado o no ha visto entre el verde follaje y la maleza exuberante de los puñeteros arbolitos, las señalitas de las narices.

Y digo yo: ¿tan complicado es poner una isleta con su correspondiente marquesina? ¿Qué es caro? Pues nada, unas rayitas de pintura amarilla en el suelo y veras como nos enteramos los torpes de aquí no se puede aparcar.

Queridos vecinos y queridos visitantes, ya sabéis, fijaros bien en los árboles. Aparte de servir para soporte de publicidad de inmobiliarias, de lugar donde nuestros canes hacen sus necesidades micionárias, aparte de la sombrita que dan, sirven para que las señales de regulación de tráfico y aparcamiento no se calienten con las temperaturas que estamos sufriendo-disfrutando estos días.


Enga, a disfrutar y aparcar con dos deos de frente y mucha vista, sobre todo mucha vista.


lunes, 5 de junio de 2017

Hay otro Rocío

Lo veis por la tele, o en los periódicos, o lo escucháis en la radio, sí, estamos en el Rocío. Bueno, más que estamos quiero decir están. Yo no puedo opinar mucho porque ni he hecho el camino, ni he estado en la aldea almonteña en estas fechas. Lo único que conozco de este evento es lo que he visto en televisión, lo que he leído y, sobre todo, lo que me han contado amigos que años tras años van a visitar el Santuario. Bueno, yo también lo he visitado pero de regreso de la playa de los miarmas. Cualquiera le dice a la parienta que no nos paramos a poner un par de velas por los seres queridos.

Para que nadie se enfade, cosa que por otro lado me da igual, diré que conozco a mucha gente que hace el camino con fe y con devoción. Dicen que es una experiencia iniciática, que te renueva año tras año. Vale, si tú lo dices me lo creo y te respeto, pero es que hay otro Rocío que quizás no se vea o no quieren que se vea.

Por un lado está esa gente que se prepara todo el año para estos días. Colaboran con las Hermandades, preparan su carriolas o como se llamen, cumplen estrictamente las normas que dicta el Plan Romero, no dejan basura por el campo, no forman escándalos, no presumen de lo que hacen, cuidan y respetan caballos, mulos y bueyes, etc. Después de varios días por caminos de arena, llegan a la aldea, se van a su casa hermandad y sigue con sus actos. También es una fiesta ¿o es que cuando tu estas con tus hermanos no es motivo de celebrar?

Y por otro lado están los posturitas, lo de los golpes en el pecho, los que van a ver y, sobre todo, a dejarse que lo vean. Se aprovisionan bien de balantai, bifiter y otros productos raros pal camino. Consiguen unos sajones y un traje corto. Se ponen su sombrero con la cinta de la hermandad que toque y se cuelgan la medalla y les gusta tragar el polvo que va dejando la raya (no seáis mal pensados, la Raya Real es un cortafuego de arena de 16 kilómetros que protegen bosques de pinos en el preparque del Parque Nacional de Doñana). Vale, si queréis ser mal pensado, también puede ser.

Pero nos falta el medio de transporte y como soy un posturita de pro y tengo que aparentar, alquilo un caballo. Da igual que no tenga ni idea de cómo montar, como cuidarlo, como darle de comer y de beber, yo tengo que presentarme ante la Reina de las Marismas montado a caballo como mandan los cánones rocieros. Y después de las largas caminatas sin descanso, horas de hambre y sed, de trotes vacilando ante cámaras de tv, de fotos y de móviles, pasa lo que pasa. Pero tranquilo que hay solución para todo y seguir disfrutando.

 Me lo han mandado por el guasap


Que conste que no estoy en contra del oportunismo de la empresa aseguradora, cada cual tiene su ética comercial. La campaña se difundió por las redes sociales, pero ante la avalancha de críticas fue retirada. Su director comercial ha declarado que “el seguro es una cobertura que tienen todas las asociaciones” y que al mismo tiempo “en ningún caso esto expresa estar la empresa a favor del maltrato animal” faltaría más. En el comunicado también aprovechó para “pedir disculpas a aquellas personas que se hayan sentido ofendidas”. Yo por si las moscas, he tapado un poco el logo de la empresa, es que también ha amenazado con poner en manos del departamento jurídico aquellos montajes que dañen la imagen de la compañía.

Si una empresa aseguradora lanza esta campaña para que “puedas disfrutar el Rocío con tu caballo” será por algo ¿no?

En fin, energúmenos y energúmenas haced el camino andando. Dejad los caballos para la buena gente que de verdad saben montarlos, cuidarlos y quererlos. De coche olvidaros, el volante y las bebidas con misterio, mucho misterio, no son compatibles.

Si algún rociero o rociera se siente ofendido por estas torpes letras, que me perdone, pero si has hecho el camino y has estado en la aldea sabes que esto es una triste realidad.



lunes, 29 de mayo de 2017

A mis amigos de USA

Bueno, aprovechando que mañana es fiesta en Sevilla, festividad de San Fernando nuestro Santo Patrón voy a intentar retomar La Bodeguita.  Por cierto, gracias Nando por este día de asueto y ya, si eso, iré un día de estos a ver tu momia incorrupta acompañado de mi hija nada más que por ver la cara que pone mi princesa.

Ando embarcado en un proyecto que me ocupa el poco tiempo libre que tengo. Eso y una flojera blogueril y de la otra, de la normal, vago total para que me entendáis, hace que abra con poca frecuencia este humilde y abandonado blog.

Pero bueno, ahora me pongo al lío. Lo primero las estadísticas. ¡Ostras! Esto no me lo esperaba. Mira lo que me encuentro:



No me lo explico, a saber: escribo poco, comento otros blogs menos todavía, no abro La Bodeguita ni por casualidad y me encuentro que tengo una jartá de visitas de los USA. Esto nunca me había pasado. Será porque desde que tienen nuevo presi no saben qué hacer y pierden el tiempo con un servidor. O será que las gente del efebei  me espían a diario como si yo fuera un pretendiente a pirarme a ese gran país al norte del rio Pecos. También puede ser que los buenos yanqis se estén documentando sobre esta mariana ciudad y quieren venir a ver las procesiones que salen todos los fines de semana. Tal como suena, el pasado fin de semana salieron por las calles de la ciudad diecisiete. ¡Qué le gusta a un sevillano una banda de cornetas y tambores y un paso! Tranquilos americanos de América del Norte, aparte de las hermandades que salen en Semana Santa, podéis disfrutar de una procesión cualquier sábado o domingo.

Al lío. Amigos de EEUU, si leéis este blog más abajo os dejo un video de la buena gente de PATAX. Hacen música internacional pero con un toque aflamencao, tal como suena. ¡Y como suena! Así que decirle a Don Donald, que si tiene lo que tiene que tener, en la próxima final de la Superbol esa, saque a cantar su himno a esta buena gente que cantan tela de bien. Por mi parte me pondré en contacto con ellos para que saque una versión del nuestro y en la próxima final futbolera lo canten al principio del evento. Seguro que nadie pita y todos jalean y tocan las palmas.


Enga,  a disfrutar de la música, o no, que también puede ser, pero lo dudo.



Como siempre, para disfrutar verlo a pantalla completa.


miércoles, 3 de mayo de 2017

Aitor sigue siendo grande, a pesar de todo


¿Os acordáis de Aitor, el chavalín de siete años, barcelonés y aficionado del Betis? Hace unas entradas conté su historia gracias a un video de “El Día Después”. Bueno, pues resulta que el Real Betis Balompié lo invitó al Estadio Benito Villararín para que conociera el campo, las instalaciones, los jugadores y de camino viviera un partido como solo los béticos sabemos vivirlo.

Fue el pasado domingo en un encuentro contra el C.D. Alavés.  Del resultado mejor no hablo, paqué, si totá, estamos acostumbrados. Si comentaré esas lágrimas, esa sensación de impotencia, ese disgusto que se llevó el pobre crío. Quizá aprendió el significado del manque pierda, pero la grandeza de Aitor está demostrada, su padre se encarga de ello. Al final del partido él mismo, apenado como estaba, consoló a la madre de Dani Ceballos, el dorsal 10 de su Equipo.



Tu tranquilo, Aitor, eres joven, te queda mucho por ver y por disfrutar de tu equipo. Seguro que tu padre te recordará que esto es futbol, solo un deporte que nos da alegría y tristeza. Pero ten en cuenta una cosa, te lo dice otro Bético que ha vivido lo bueno y lo malo, se acaba el partido y se acaba el disgusto. Sales del campo y se acabó todo. Ahora a pensar en el próximo partido. Tranquilo Aitor veras como dentro de poco te olvidas de los disgustos. Disfruta de tu equipo como hacemos los demás: ¡¡manque pierda!!


Papá de Aitor, quillo, sigue educando a este chaval así, vas por el buen camino y eres un ejemplo de cordura en este deporte tan trastornado últimamente. A ver si las televisiones le dan  repercusión a tu hijo y no a esos energúmenos que, diciéndose hinchas del Betis (o de cualquier otro equipo) lo único que demuestran que son unos delincuentes.



sábado, 29 de abril de 2017

Un fistón en la puerta.


Hace tiempo que no hablo de mis vecinos los señores Bomberos. Para los afortunados  habitantes de este barrio son un vecino más. Parece que han estado aquí toda la vida. Y de verdad que se le aprecia mucho. Están totalmente integrados, como no podía ser de otra forma. Colaboran en todos los eventos, en la cabalgata de Reyes, cuando sale la Hermandad, con campañas de recogida de alimentos, ayuda a los mayores, felicitándonos el año nuevo con sirenas y fuegos (artificiales, claro, todo bajo control) y un largo etcétera. Ya comenté hace tiempo lo del árbol de los peluches, que sigue creciendo en colorido e ilusión. 

Creo que la gente de Pinoloko (Pinomontano para los foráneos) no sabe la suerte que tenemos conque, en pleno centro del barrio, esté situado un parque de bomberos.

Resulta que estos buenos señores,  por cuestiones obvias de su profesión, están continuamente probando sus equipos y practicado sus habilidades. Por ejemplo, a las nueve de la mañana y a las nueve de la noche, en los cambio de turnos, comprueban todos los elementos de que disponen para realizar su labor. Que nuestro querido y “cooperante” ayuntamiento, les facilita o les compra, un nuevo camión autobomba chiquitito para que puedan entrar por las estrechas calles del centro, nada, que se ponen todos a conocer las nuevas prestaciones de los vehículos para que no les pille a contramano cuando lo tengan que utilizar. Hasta prueban los equipos de espuma en la calle con la lógica algarabía que provocan entre los paseantes.

Bueno, pues ahora tenemos que probar  el fistón de pantalla. Creo que se llama así, má o meno, a lo mejor es festón.  Y ¿esto qué es lo que es? Pues una especie de fuente portátil que sirve como pantalla y de camino  controlar   zonas de esas radioactivas, o refrescar los espacios que han sido devorados por las llamas, o autoprotegerse con esta fuente portátil. Y ¿dónde y cuándo probamos el fistón o festón, como se llame? Nada más y nada menos que  en la puerta del parque de bomberos y en pleno Agosto. Aquellos que por diversa cuestiones no estamos en la playa disfrutamos  ¿disfrutamos?  ¡Que vá!, los que disfrutan de verdad, los que se lo pasan bien, son la gente menuda. Y aquí la prueba. 

Dos fotos hechas con mi móvil (ya sé que soy muy pesaito, pero es que no tengo réflex).




Los críos se lo pasan de lujo con las ocurrencias de sus vecinos de toda la vida.

Pero no todo va a ser alabanzas y reconocimiento al Cuerpo de Bomberos de Sevilla, no, también tengo quejas.

La primera: tienen una chimenea en el parque. Es la única chimenea en funcionamiento que les queda a los apagafuegos. Originalmente, y actualmente, servía para secar sus trajes después de las múltiples salidas.   ¿Que me quejo? ¡Po claro que me quejo! Esos días de invierno, en Sevilla cuando hace frío es que hace frío, pasas por la esquina del Parque y hueles a leña, a candela, a encina bien quemada; joé que envidia más cochina. Pero envidia dura y pura. Es que te entran ganas de  dejarte hipnotizar por la magia de una buena chimenea. Hasta te entra apetito.

¿He dicho ganas de comer?, ¿he dicho apetito?,  la segunda queja.

Hay algunos de ellos que hacen de comer, ¿cómo lo diría?, pues hacen de comer que alimenta solo con oler los  guisos, los arroces, los cocidos o lo que preparen para  el almuerzo o la cena. Estas a cincuenta metros de la ventana de la cocina y empiezas a salivar y el estómago te dice sin palabras eso de que rico tiene que estar lo que tienen en los fogones. Incluso hay vecinas que entran y les  preguntan cómo hacen el adobo para los boquerones que parece que estamos en Blanco Cerrillo en la calle Tetuán o Velázquez, donde quiera que esté ese templo gastronómico.

Enga, que estas son las quejas que tengo. La chimenea con buena leña y él o los cocineros de turno.


Ahora le doy al botón de publicar y me doy una vueltecita por la esquina de la calle Agricultores con Sembradores, justito donde está la ventana de la cocina, creo que hoy toca paella, y ¡qué paella! Hasta mi ventana llega el sabor, digo el olor.


jueves, 27 de abril de 2017

25 años de la Expo92 y funciona como el primer día.

Bueno, que antes de hablar de la Feria, la primera entrega de lo de la Expo. Pues sí, yo tuve la suerte de disfrutar de seis meses irrepetibles. Por cuestiones laborales, en mi anterior curro, conseguí el pase de temporada. Uno para mí y otro para mi sufridora. Mis niños eran pequeñitos y entraban por la cara. Por sus caras bonitas y porque no tenían edad para pagar la entrada correspondiente.

Seis meses en aquel recinto irrepetible dan para mucho, y en estos días que se cumplen veinticinco años del evento, nos hemos dedicado en casa a desempolvar recuerdos, fotos, videos y cosas por el estilo para rememorar lo vivido desde el 20 de abril hasta el 12 de octubre de aquel año mágico. Pero lo primero es lo primero.

Tenemos un artilugio que nos dieron en la plaza Sony. En este espacio al aire libre había un peaso de pantalla de televisión (la gente de Sony creo que pusieron  algo de su parte) y casi todos los días teníamos un concierto de los grupos más punteros de la música del momento. Pero lo que he dicho, nos dieron un cacharro que, para los calores de aquellos días, aliviaba una mijilla la canícula sevillana.

Pero lo bueno del tema es, que a pesar que han pasado 25 tacos del evento, el artilugio sigue funcionando como el primer día. ¿Gastos de energía? casi ningunos. ¿Funcionamiento? lo más simple. ¿Su principal componente?  Un tipo de material sintético obtenido mediante fenómenos de polimerización o multiplicación semi-natural de los átomos de carbono en las largas cadenas moleculares de compuestos orgánicos derivados del petróleo y otras sustancias naturales o lo que es lo mismo, plástico duro .  Eso sí, tiene una  poquito de publicidad. Los cacharros gratis ya sabemos que tienen, que te guste o no, te tragas los mensajes subliminales que te cuelan.

Pero que no hay problema, lo que anuncia el elemento objeto de esta entrada la mayoría de la gente no tienen ni idea de lo que son. A saber: un radiocasete de doble pletina (ni idea, ¿verdad?); un walkman (esto ¿qué es lo que es?); un Discman (esto lo explico: un reproductor portátil para escuchar los cedeses de “Los Manolos”, por ejemplo). Cuidaito que en letra pequeña pone eso de “walkman and discman are registered trademarks of Sony Corporation”.

Bueno, vale, ¿Dónde guardamos el artificio? Pues mi señora esposa lo guarda en el salón de casa, entre en el libro de “1080 recetas de cocina” y el de “Memorias de una geisha”. ¿Cuándo lo usa? Muy a menudo, por ejemplo antes que empiece la caló de verdad y enchufe el bendito aire acondicionado. O, por ejemplo, cuando  hace la ración diaria de pescaito en blanco para el Quillo y sale demasiado caliente para su esquisto paladar. Un pequeño inciso, el Quillo es el gato de mi mujer y mis hijos. A mi me sigue odiando y eso que el próximo 23 de Junio cumple diecisiete años.  Conmigo está  tan cabrón como el primer día, en eso no cambia.

Bueno venga, las fotos del cacharro. Las he hecho con mi teléfono, para variar. Es que sigo sin réflex de momento.

 Anverso 


Reverso



Lo dicho, esto funciona como el primer día, desde hace veinticinco años con  uso diario. Creo que le quedan otros veinticinco años mas.




jueves, 20 de abril de 2017

De avalanchas, madrugá y rock

Bueno, venga, que sigo, o empiezo a empezar otra vez. Como buen sevillano me toca hablar del aniversario de la EXPO92, pero este acontecimiento merece toda una serie de entradas y resulta, que lo más próximo en el tiempo ha sido la Semana Santa. Y si quiero seguir siendo buen sevillano (os recuerdo que buen sevillano no es sinónimo de ombliguista, o si, que también puede ser) tengo que comentar lo de la última Madrugá. Lo de la Expo para más adelante, ahora lo de las avalanchas.

Este año me he librado, entre otras cosas, porque no fuimos a “disfrutar” de esa noche mágica. Mira que le insistí a mi sufridora esposa, pero nada, que este año no se encontraba con ganas de ver a sus “Gitanos” y a su “Calvario” en la calle a eso de las cuatro de la mañana, en el caso del “Manué”, o buscar por las calles del centro a la hermandad de su padre de regreso a la plaza de la Magdalena horas más tarde. ¿He dicho que insistí mucho? Pues sí, una vez, tampoco hay que ponerse pesado. Pero que conste que se lo pregunté y estaba dispuesto a acompañarla.

También he dicho que este año me he librado porque tenemos experiencia con avalanchas de esas. La primera  en el año 2005. La única y la última vez que nos acompañó nuestra hija. Esperando para ver el paso del Gran Poder, en la esquina de la calle San Miguel, sin saber cómo, a escasos metros empezó la gente a correr en nuestra dirección. Sin avisos, sin consignas, sin saber porque, el caso es que con un ruido  ensordecedor y temblor en el suelo nos vimos en medio de la avalancha. Como pudimos nos aferramos a una reja y dejamos pasar la marabunta por nuestro lado. Como vino se fue. Duró un minuto más o menos. La cosa se calmó y la gente, con el miedo en el cuerdo y el lógico nerviosismo, siguió como pudo esperando al Señor de Sevilla. Lo que he dicho anteriormente, mi hija nos dijo eso de “una vez y no más, santotomas”; desde entonces, si puede, se pira a la playa en estos días. Mi hija en lo cofrade sale a un servidor, cosa que a mi mujer le da mucho coraje.

La segunda avalancha nos ocurrió hace dos años. Estábamos en la calle Matahacas esperando al paso de la Virgen de las Angustias. Un inciso, lo de reflejar los lugares donde nos ocurrieron los sucesos es para que os deis cuenta que, a pesar de que no soy capillita, conozco los lugares estratégicos donde ver las cofradías señeras, que son todas, claro. Bueno los sitios recomendados los conozco yo y todo el mundo, pero mi mujer es de las que le gusta llegar con tiempo. Después del inciso sigo.

Esperando al palio de los Gitanos, de buenas a primera sentimos un estruendo acompañado de una especie de terremoto, gritos, carreras, llantos, histeria. Nazarenos mezclados con penitentes y con público, todos corriendo sin saber porque y de qué. Si no habéis llevado una túnica de nazareno, imaginar lo que se siente con un antifaz que apenas te permite ver hacia adelante, y te empujan, te arroyan y ves a tus compañeros de tramo precipitarse a  tu lado. Pero esta vez tenía experiencia, por lo ocurrido años atrás y porque para eso pertenezco a la brida de emergencia de mi empresa. Protegí a mi cónyuge en un portal y me dediqué a tranquilizar a la gente. Más que tranquilizar lo que hice fue apagar cirios, sujetar cruces e intentar parar a los corredores para que no arroyasen a la gente que estábamos en el portal.  Pasado dos minutos o tres, el asunto se volvió a tranquilizar. Junto a nosotros se quedaron un par de nazarenas, se habían quitado el antifaz, llorando angustiadas y con un ataque de nervios que contagiaba a todos los que estaban a su alrededor. 

Entre llantos pudimos entender que, tras la estampida,  estaban perdidas. Su familia las esperaban en la cercana plaza de San Román, pero ellas no tenían fuerza ni de ponerse de pie. En esto llegó mi amigo Alejandro. Ale es componente de la cuadrilla baja de Hermanos Costaleros de la Virgen de las Angustias. Con la tranquilidad que te da la experiencia de muchos años bajo las trabajaderas, con las instrucciones que te da tu Hermandad después de lo sufrido en el año 2000 y con el cariño que un hermano trata a una hermana, Ale consiguió tranquilizarlas. No preocuparos, les dijo, ahora me voy a preparar el costal que en San Román hacemos el relevo, si hace falta os metéis debajo del paso. Lo primero es buscar a vuestro diputao de tramo que estará preocupado. ¡Y seguro que encontramos a vuestras familias!

Mientras sujetaba la arpillera con las rodillas y enrollaba la morcilla, tuvimos un ratito para hablar sin que las nazarenas, ya más tranquilas, se enterasen de nuestra conversación. ¿Sabes que ha pasado? Mira, me contestó Ale, ahí atrás, en los bares, suma cubatas más cubatas, más cubatas, ¡quillo no me empujes! ¡Te voy a ! Ná, lo de siempre cuatro niñatos que no saben diferenciar una Madrugá con una madrugada. Uno que se asusta, sale corriendo y la gente, sin saber porque, corre también. Pero ya se ha acabado todo.

Ale se marchó buscando su lugar para relevar a sus hermanos de la cuadrilla alta acompañado de las dos nazarenas con sus antifaces de terciopelo morado y sus  túnicas y capas blancas.

La pregunta final, que pa lo poco que publico me enrollo tela: ¿Es compatible la Semana Santa con otro tipo de cultura? ¡po claro que sí! Con ubicación, claro. Un ejemplo, el gran Silvio. Silvio Fernández Melgarejo, uno de los mejores rockeros españoles, hizo una versión de la canción “Preghero” (Rezaré) de Adriano Celentano. Hace poco, otro músico sevillano Pablo Gañán conocido con Señor Gañán, ha hecho otra versión de esta canción dentro de su disco “Por un mundo mejor”. ¿Y de quien se acompaña en el disco? Pues de algunas de la mejores bandas de cornetas y tambores sevillanas.

Aquí os dejo el video por si lo queréis ver. Tiene que ser a pantalla completa y con el volumen subidito. Y sí, quien acompaña al Señor Gañán es la banda la Centuria Macarena y no pasa ná, pero es música ¡y que música!




El video procede de la Tertulia Cofrade La Soga de Judas (el nombrecito de la tertulia da que pensar)




miércoles, 5 de abril de 2017

La grandeza del fútbol según Aitor



No sabía si llamar a esta entrada “La grandeza del Futbol”, “La grandeza de Aitor” o “La grandeza del padre de Aitor”. Al final cualquier título sería bueno, como es la historia de este chavalín barcelonés de siete años.

Dejando a un lado los cracks  multimillonarios, los medios de comunicación furboleros que solo tienen un monotema de información, los  aficionados fanáticos y colgaos, que no tienen otra cosa que hacer que  desgañitarse gritando y vociferando domingo tras domingo; dejando a un lado todo esto, quedémonos con la inocencia de Aitor.

Su padre lo llevó al campo de Cornellà-El Prat para ver el partido entre el RCD Espanyol y el Real Betis Balompié.  Era la primera vez que veía un partido de su equipo  y eso se le notaba en los ojos. Entre él y su padre demuestran la grandeza del deporte bien entendido. A través de los ojos de Aitor  podemos entender porque   unos cuantos  chiflados  disfrutamos con el fútbol y el resultado del partido casi que da igual.

Con su cara y con sus reacciones nos muestra todos los verdaderos sentimientos futboleros: pasión, nervios, preocupación, alegría, decepción, contrariedad, ilusión.

A su lado su padre enseñándole valores. "Con insultos no se llega a ningún lado, aunque sea al eterno rival". Grande papá de Aitor, eres un taco de grande.

Ahora el video del programa "El Día Después". Como siempre recomendado ver a pantalla completa.



Al final se van los dos, decepcionados, como solo los Béticos sabemos decepcionarnos, pero me quedo con las palabras finales.

-A veces se pierde. Hay que saber perder.
-Ya, yo ya estoy acostumbrado, porque ya perdí varias veces.



martes, 7 de marzo de 2017

El día de la Mujer.

¡Anda! ¡Mira! ¡Si estoy por aquí de nuevo!. ¿Qué ta pasao quillo, que cuando uno cuenta historias y al protagonista no le gusta, te quedas un poco tocaillo y te replanteas esto de la blogosfera. Pero al final te dices eso de ¿Qué mal hago? Ninguno, al revés, si a la buena gente le gusta y no haces mal a nadie. Po eso, que voy a ver si me pongo y sigo con las historias. Vamos al lio.

Resulta que se celebra el día de la Mujer y todos nos ponemos a homenajear a las féminas que bien se lo merecen, así que hoy le toca a un servidor. Y nada mejor que mezclar homenajes a la mujer y carnaval, aunque estemos en cuaresma.

Puede sonar raro lo del carnaval a estas alturas, pero es que la chirigota del Bizcocho, de San José de la Rinconada, muy cerquita de Pino Montano, a pesar de quedar terceros en la gran final, han sido los verdaderos ganadores. El tema es un pelín complicado: un velatorio. Pero el Manué, el finado, ya ha pasado a la historia como un personaje inmortal del carnaval gaditano. Bueno, sin extenderme mucho que esto acaba de empezar y no puedo aburrir a la gente, la buena gente, quiero comentar un pasodoble que le dedicaron a la bombista de la chirigota.
 
Alba, que así se llama la protagonista, no sabía nada de nada de lo que le prepararon. Habían ensayado a escondida de ella y eso que solo llevaba un mes con el grupo. Los chavales se lo curraron tela y el resultado lo veréis en el video.

Al principio de la actuación se lo comunicaron. –No te preocupes por la letra, esta no te la sabes pero es para ti. Sigue tocando como tú sabes que la música es la misma. 

La cara de la protagonista es de os quiero pero esta me la pagareis, pero os quiero.

Nada, que sirva esta nueva entrada para hacer un pequeño homenaje a todas las mujeres que trabajan codo con codo con los tíos siendo una más y a las que tratamos como lo que son: compañeras.




Recomendado ver a pantalla completa.

A ver si para la próxima entrada os comento lo de los ruidos raros que se escucha en mi casa últimamente. Y otra cosa, los mamoncetes de los Reyes Magos no me han traído la reflex.